Los españoles admiten sentirse “incómodos” al relacionarse con personas con discapacidad

04.12.2015 | RRHH

Según un estudio de Fundación Adecco, el 53% de los españoles admite sentir algún grado de incomodidad al relacionarse con personas con discapacidad. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “La razón subyacente no es el rechazo hacia la discapacidad, sino un excesivo respeto hacia ella, por desconocimiento que produce temor a decir o hacer algo que pueda incomodarles”.


Los resultados del estudio de Fundación Adecco han permitido responder a la siguiente pregunta: ¿está 100% normalizada la discapacidad en la sociedad?

La respuesta parece ser negativa, por el momento:

  • el 53% de los encuestados admite sentir incomodidad a la hora de relacionarse con personas con discapacidad, aunque ésta se presenta en diferentes grados.
  • un 40% declara que al principio le cuesta más acercarse a ellas, aunque después la situación se normaliza;
  • un 9% evita relacionarse con personas con discapacidad por eludir situaciones incómodas,
  • un 4% admite sentirse muy incómodo cuando tiene que relacionarse con personas con diversidad funcional.

Pero, ¿significan estas cifras que más de la mitad de los ciudadanos rechaza a las personas con discapacidad? No, según matiza Francisco Mesonero, director de la Fundación Adecco: “lo que sucede es que aún existe mucho desconocimiento en torno a la discapacidad, que se traduce en un excesivo respeto y miedo a decir o hacer algo que pueda ofenderlas, lo que finalmente genera, efectivamente, situaciones incómodas”.

Cuando se les pregunta a las propias personas con discapacidad por esta situación, elevan el porcentaje al 55%: en concreto, un 50% opina que, en general, los demás no se sienten del todo cómodos cuando advierten la discapacidad, no sabiendo cómo actuar, seguidos de un 5%, más tajante, que asegura que la sociedad aún se muestra muy incómoda ante la discapacidad. En el otro lado, un 45% no advierte ningún tipo de trato diferente o incómodo por parte de las demás personas. 47% 40% 9% 4%

Desconocimiento, indiferencia, prejuicios y sobreprotección

¿Cuáles son los principales factores de discriminación, que se convierten en frenos hacia la plena integración de las personas con discapacidad?

La Fundación Adecco ha identificado, fundamentalmente 4: desconocimiento, indiferencia, prejuicios y sobreprotección:

- Desconocimiento: La ausencia de conocimiento y experiencias con personas con discapacidad ocasionan inseguridad y actitudes discriminatorias inconscientes, según un 88% de las personas con discapacidad. La información, la formación y el diálogo son la mejor herramienta para combatirlo.

- Indiferencia. La actitud de pasividad con la que, en ocasiones, la sociedad se muestra hacia discapacidad, les convierte en invisibles. El 58% de las personas con discapacidad opina que, en general, el entorno se muestra indiferente hacia sus retos, dificultades y necesidades. El compromiso y la implicación de todos es la mejor solución contra la indiferencia.

- Prejuicios. La valoración y juicios anticipados basados en la tradición y los estereotipos, provocan una valoración superficial de las personas que sólo conduce a la discriminación y la exclusión. El 65% de las personas con discapacidad advierte la presencia de prejuicios y estereotipos en su entorno. La formación, la sensibilización, la implicación y la empatía, conducen a la normalización y, por tanto, a ver a las personas y no su discapacidad.

- Sobreprotección. Es un factor que se produce, sobre todo, en el entorno familiar, pero también se observa en el profesional. Tratar a las personas con discapacidad con condescendencia o excesiva protección, dificulta su proceso de aprendizaje y desarrollo profesional. El 61% de los encuestados admite sobreproteger a las personas con discapacidad sin darse cuenta, lo que les conduce a situaciones de discriminación positiva. Fruto de estas actitudes, un 40% de los encuestados no ha iniciado nunca, voluntariamente, una conversación con una persona con discapacidad (por ejemplo, preguntar la hora o cómo se llega a un lugar); seguido de un 25% que sólo lo ha hecho para consultar si necesitan ayuda. En el otro lado, para un 35% la discapacidad no es obstáculo a la hora de entablar o iniciar un diálogo con un semejante.

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