¿Cómo nace el área de Relaciones con la Comunidad del Grupo Techint?

El área de Relaciones con la Comunidad está en el ADN del grupo industrial desde el momento en que Agostino Rocca llega a la Argentina con una visión integradora, de manera que en cada lugar donde tuviésemos alguna planta industrial, un proyecto de petróleo y gas, o de construcción, siempre existiera una visión de integración con la comunidad, y una responsabilidad para que la comunidad y la industria crecieran juntas. Esa fue siempre la visión que tuvieron la familia Rocca y el Grupo Techint desde la primer planta industrial que se fundó en Siderca.

Y desde ese momento se heredó una visión. Primero se construyó el barrio de empleados, después se construyeron más de 20 escuelas que pasaron al sistema educativo público, se apoyaron hogares de ancianos, y se fundó el primer club de fútbol en Campana.

Luego esa visión fue evolucionando igual que las necesidades de las comunidades. Porque hoy el grupo industrial está presente en más de 20 países. Y desde hace unos 15 años se definió diseñar programas propios que implementamos con nuestro equipo, que medimos y presupuestamos todos los años, para implementarlos en más de 55 comunidades donde estamos en estos 20 países.

Ese es la visión que siempre existió, la de crecer junto con la comunidad priorizando siempre la educación, que es la impronta que heredamos de Roberto Rocca, el hijo de Agostino, que fue quien imprimió la gran importancia que tiene la educación como un factor de crecimiento individual y de crecimiento de toda la comunidad. Por eso nuestro foco de crecer con la comunidad es priorizando la educación.

¿Por qué eligen a Latinoamérica como el foco del compromiso con la educación para apoyar a las escuelas públicas?

Si bien nuestras acciones comunitarias están en 20 países, el foco de acción se encuentra en Latinoamérica por dos motivos.

El primero se da porque lógicamente priorizamos a las comunidades de influencia. Y tanto Tenaris, como Ternium, Tecpetrol, y Techint Ingeniería y Construcción, tienen mucho foco de operación en Latinoamérica, especialmente Ternium y Tecpetrol.

El segundo motivo, que es igual o más importante, es porque como nosotros elegimos a la educación como prioridad, como factor para movilizar a la sociedad y para hacer crecer una comunidad, Latinoamérica tiene una gran demanda y necesidad de apoyo.

En este punto es donde nosotros trabajamos, principalmente en Argentina, como un kilómetro cero de nuestras operaciones, y donde destinamos aproximadamente el 50% de nuestro presupuesto global. Después siguen Brasil, Colombia, México, Chile, y Ecuador, donde se encuentran las otras operaciones del Grupo.

¿Por qué Latinoamérica a nivel de educación? Porque nosotros tenemos un contexto educativo donde el 70% de los niños que terminan la primaria no tienen conocimientos de lectocomprensión, y donde el 80% no tienen conocimientos suficientes en matemática. Ese es el contexto que a nosotros nos hace involucrarnos y redoblar el compromiso de apostar a la educación para el crecimiento de la comunidad. Por ese motivo elegimos Latinoamérica.

En resumen, porque son nuestras comunidades de influencia, y por el contexto de educación que tienen los países donde estamos presentes, sumado a que consideramos que tenemos que brindar más apoyo en línea con nuestra visión de largo plazo de crecimiento industrial.

¿Los presupuestos vinculados a Comunidad están atados a los resultados económicos de las empresas del Grupo?

El compromiso con las comunidades lo definen los accionistas del Grupo, y es independiente a la administración de cada una de las empresas (Tenaris, Ternium, Tecpetrol, Techint Ingeniería y Construcción). Esto lo hacemos para mantener una mirada y un compromiso de largo plazo. Es por eso que son independientes de las realidades económicas que puede tener una empresa u otra.

Lógicamente sí dimensionamos nuestras acciones comunitarias en relación a las actividades industriales. Por eso nuestras Escuelas Técnicas Roberto Rocca (ETRR) están en Campana, Monterrey, y próximamente en Río de Janeiro, que es donde están las principales plantas industriales de nuestros centros productivos.

Nuestros programas comunitarios son diseñados con una mirada de largo plazo e implementados de manera local, escuchando las necesidades y contextos de los países donde trabajamos y vivimos. Tenemos la práctica de mejora continua de nuestros programas, cuyos presupuestos anuales son apoyados con recursos de las empresas del Grupo Techint y sus Fundaciones asociadas.

¿Cómo nace la Escuela Técnica Roberto Rocca (ETRR)?

Las ETRR tienen un antecedente en la Escuela Enrique Rocca, que fue la primera escuela de planta industrial que se fundó primero en Campana, y que después pasó a ser administrada como escuela pública por la Secretaría de Educación. Ese fue el primer antecedente cuando nace la planta industrial para empezar a preparar a los obreros y a los trabajadores de fábrica.

El segundo antecedente, y donde está nuestro foco, es el apoyo a las escuelas públicas técnicas más allá de tener nuestras ETRR propias. Porque para nosotros es muy importante que toda la comunidad crezca en su conjunto, y que todas las escuelas técnicas de la comunidad tengan las mismas posibilidades de infraestructura, de equipamiento, de capacitaciones técnicas, de poder hacer proyectos técnicos con nuestras plantas industriales. Ese programa de apoyo lo tenemos en más de 40 escuelas públicas en distintos países.

Con esos antecedentes, en 2013 nacen las ETRR con la primer camada de estudiantes en Campana, y en 2016 con la primer camada de estudiantes en México, con una visión de largo plazo, que es un objetivo doble. Primero de brindar igualdad de oportunidades a todos los chicos de la comunidad a los que les interese la educación técnica, independientemente de su nivel socioeconómico. Porque el primer objetivo es ayudar a nivelar y fortalecer la educación técnica en las comunidades para estudiantes de nivel secundario técnico.

Y el segundo objetivo es que sean centros de capacitación y formación para toda la comunidad. Por eso las ETRR son utilizadas por otras escuelas técnicas, donde se dan cursos de formación a operarios de la zona, y cursos de empleabilidad a todo el cordón industrial que rodea a la Escuela.

Además, todos los chicos reciben una beca porque para nosotros es muy importante igualar oportunidades. Por eso escuchamos a cada familia, para saber cuáles son los requerimientos y las necesidades que ellos tienen, y damos las becas de acuerdo a las necesidades de cada uno. Y, lo más importante, es que en estos 10 años de la Escuela en Campana se logró demostrar que cuando uno les ofrece a los chicos una propuesta educativa de calidad, cuando se trabaja con los docentes como equipo educativo, a lo largo de los 6/7 años de escolaridad se reduce la brecha inicial entre los chicos de nivel económico bajo y los de nivel económico alto.

Y eso es lo importante. Que la escuela sea un factor igualador de oportunidades, un lugar donde todos tengan las mismas oportunidades para poder crecer. Esa es nuestra visión, y el por qué nace la ETRR.

¿Cómo tratan de equilibrar para que no lleguen solamente los alumnos de las mejores escuelas a las ETRR?

Tenemos un proceso de selección de quienes ingresan en la Escuela que no es un proceso expulsivo, no es un examen de pasa o no pasa. Lo que hacemos tanto en la Escuela de Argentina, como en la de México, y próximamente en la Brasil, es poner en práctica procesos de 3 meses y medio, donde  damos talleres de matemática y de lectocomprensión a chicos de la comunidad, que pueden elegir ingresar a la ETRR o no.

Los invitamos a que hagan el proceso de nivelación, independientemente de qué escuela quieran  elegir. Ese proceso tiene para nosotros un gran objetivo, que es apoyar a niños que terminan su educación primaria a que puedan tener más herramientas para empezar su educación secundaria.

Durante ese proceso lo que nosotros analizamos es el perfil del estudiante. Miramos que les guste la educación técnica, que disfruten de estar en un taller, el compromiso con el curso de integración, el ser buenos compañeros para colaborar con sus equipos. Vemos el perfil del estudiante, independientemente de la nota que se saque en su examen de matemática y lógica final, y de su origen socioeconómico. Porque la escuela técnica en Argentina son 7 años de escolaridad secundaria.  

Además, queremos que ingresen a la ETRR un mix de niveles socioeconómicos, para garantizar que entren un 60% o 70% de un nivel económico medio bajo. Porque para nosotros ese es el factor para igualar oportunidades y lograr la excelencia académica. Por eso buscamos ese equilibrio en el grupo de estudiantes que ingresa.

¿Qué nos puede adelantar sobre la ETRR que están construyendo en Brasil?

La escuela de Brasil brindará escolaridad secundaria a unos 600 estudiantes. Allí habrá un sistema educativo desdoblado, que es un sistema educativo de 3 años similar al de México, que es como el ciclo superior argentino de especialización de la secundaria técnica.

Además, la Escuela de Brasil va a tener orientación en mecatrónica y en electromecánica, y toma el aprendizaje y la madurez que tuvimos tanto desde la Escuela de Argentina como de la de México, para que podamos ofrecerle a toda la comunidad ese centro educativo. No solamente como escuela secundaria sino como centro de formación profesional.

La Escuela de Brasil, que está en plena construcción y que comenzará las clases en el 2025 en la comunidad de Santa Cruz (muy cerca de Río de Janeiro), también se encuentra en una comunidad en la que faltan escuelas secundarias, y donde hay chicos que no pueden acceder a la escolaridad secundaria porque justamente faltan escuelas. Por eso su construcción también da respuesta a lo que los niños de la comunidad necesitan.